NUEVOS HORIZONTES

Al menos con honor

 

La Iglesia Católica ha entrado en el tercer milenio, haciendo un ritual de purificación. Juan Pablo II ha reconocido siete pecados cometidos a lo largo Te su historia, ha pedido perdón siete veces por los crímenes cometidos contra la humanidad, ha encendido siete velas por cada uno de los pecados y entonado siete veces el "kyrie" frente a la "Pietá" de Miguel Angel... Es de agradecer, pero ha sido inútil, porque ha llegado tarde y mal para millones de personas perseguidas, torturadas y masacradas por esa misma religión, e historiadores, teólogos, intelectuales y científicos desacreditados (cuando tenían toda la razón) por esta institución religiosa con rango de Estado del Vaticano.

Juan Pablo II, de un plumazo, ha redimido los errores cometidos por la Iglesia de ayer: contra el paganismo, las cruzadas, la inquisición, guerras religiosas, la persecución de los judíos, el aislamiento de los gitanos, el exterminio de los indígenas, la destrucción de las culturas precolombinas, etc. El papa Wojtyla ha olvidado los errores cometidos por la Iglesia de hoy (la de este siglo): como fueron el apoyo al fascismo, al nazismo, al franquismo, la persecución del comunismo y la masonería, las discriminaciones sexuales integristas y obscurantistas, las marginaciones raciales, y las incomprensiones sociales, que no obstante sigue practicando en el mundo.

Cómo puede pedirse perdón por los errores pasados y a la vez seguir cometiendo otros similares, contra los acuerdos de progreso tomados en la sede de la ONU a favor de los Derechos Humanos: como por ejemplo contra la libertad de la mujer o la igualdad de los homosexuales como ciudadanos libres que son del mundo.

 

 

 

La Iglesia Católica se hunde con toda su construcción teológica. Porque si el papa se ha equivocado, es que no es infalible. Y si no es infalible el dogma es falso. y si es falso, en consecuencia otros dogmas pueden serlo también (Dios, la Trinidad, la Inmaculada Concepción, etc). Y toda la doctrina teológica se esta viniendo abajo.

En base a ello Juan Pablo II cierra un ciclo de 2000 años de historia oficial de la Iglesia Católica, por debilidad y no por humildad, poniendo fin a la era de Piscis (la del Pez, símbolo primigenio del Cristianismo) y de su complementario zodiacal, la Virgen... Una nueva religiosidad está por nacer en esta incipiente era de Acuario y del León, su complementario (la de la humanidad y la jerarquía), que sin duda dará nuevos bríos a una Humanidad más libre.

Y es que en realidad el papa Wojtyla no podía hacer otra cosa, más que finiquitar el ciclo.., al menos con honra.

Sebastián D’Arbó

 

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