![]() |
MEMORIAS DE UN PERRO |
1º # Mi vida dura unos 10 o 15 años. Cada
separación de ti es para mí un sufrimiento. Piénsalo bien antes de adquirirme.
2º # Dame tiempo para comprender lo que quieres de mí.
3º # Infúndeme confianza, pues vivo de ella.4º # No te enfades demasiado conmigo
y no me encierres como castigo. Tú tienes tu trabajo, tus diversiones y tus
amigos; yo ... sólo te tengo a ti.
5º # Habla conmigo de vez en cuando.
6º # Aprende a tratarme como es debido. Yo nunca olvido.
7º # Antes de pegarme, piensa que mis mandíbulas podrían destrozar fácilmente
los huesos de tu mano, y, sin embargo, no hago uso de ellas.
8º # Antes de que me taches de inútil, testarudo o perezoso, cuando me pides que
haga algo y no lo hago, piensa que ha podido sentarme mal la comida, que he
estado demasiado tiempo al sol o que mi corazón puede estar cansado.
9º # Ocúpate de mí cuando llegue a viejo: tú también lo serás algún día.
10º # Quiero que estés a mi lado cuando llegue ese difícil trance. No digas
nunca "no puedo resistirlo" o "que no ocurra cuando yo me halle presente"; Todo
me resultará más fácil si estás a mi lado.
MEMORIAS DE UN PERRO
Una semana: Hoy hace una semana que he nacido. Qué alegría haber llegado a este
mundo.
Un mes: Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.
Dos meses: Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta y con sus ojos
me dijo adiós. Espero que mi nueva familia humana me cuide tan bien como ella me
ha dicho que harán.
Cuatro meses: He crecido rápido, y todo me llama la atención. Hay varios niños
en la casa que para mí son como hermanitos. Somos todos muy inquietos, ellos me
tiran del rabito y yo les mordisqueo jugando. Nos divertimos mucho.
Cinco meses: Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice pipí dentro de
casa, pero nunca me habían dicho dónde hacerlo. Además duermo en un cuartito...y
¡ya no aguantaba más!Ocho meses: Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar,
y me siento tan seguro, tan protegido...Mi familia humana me quiere y me deja
hacer muchas cosas. Cuando están comiendo yo les pido algo y siempre me lo dan.
Y el jardín de casa es estupendo, y puedo escarbar como mis antepasados los
lobos, escondiendo la comida. Creo que nunca hago nada mal porque nunca me dicen
nada...
Doce meses: Hoy cumplí un año. ¡Soy un perro adulto! Mis amos dicen que crecí
más de lo que ellos pensaban. Seguro que se sienten orgullosos de mí...
Trece meses: Que mal me sentí hoy. Mi hermanito, uno de los niños, me quitó la
pelotita. ¡Yo nunca le quito sus juguetes! Así que se la quité, pero mis
mandíbulas se han hecho fuertes y le hice daño sin querer. El gritó y lloró y yo
me sentí muy triste. Después del susto me encadenaron casi sin poder moverme.
Hacía mucho sol y tenía mucho calor y no había agua cerca...Y les oí decir que
iban a tenerme en observación o algo así, y que soy un desagradecido. No
entiendo nada.
Quince meses: Ya nada es igual. Vivo en la azotea y me siento muy solo. No se
por qué mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y
sed, y cuando llueve no tengo ningún techo para cobijarme.
Dieciséis meses: Hoy me bajaron de la azotea. Me puse muy contento de que me
perdonaran, y daba saltos de gusto, y movía el rabito como nunca. ¡Y además me
van a llevar de paseo! Monto en el coche y espero a ver a dónde me llevan, tengo
muchas ganas de correr y jugar con mi familia. Paramos, abrieron la puerta y yo
me bajé feliz. Estábamos en la carretera, al lado de un campo y pensé que
pasaríamos un día estupendo. No entiendo por qué cerraron la puerta y se fueron.
¡Esperadme!, les grité, ¡Os olvidáis de mí! Corrí detrás del coche con todas mis
fuerzas, muy angustiado, iba viendo que no podría alcanzarles, que no podía
correr más y el coche se iba haciendo pequeñito. Me habían olvidado.
Diecisiete meses: He intentado encontrar el camino para volver a casa y no lo he
conseguido. Estoy perdido. A veces me encuentro con gente buena que me mira
triste y me da algo de comer. Yo les doy las gracias con la mirada, y les digo
que querría que me adoptaran, que les prometo ser leal como nadie...pero sólo
dicen "pobre perrito, se debe haber perdido". Y se van y me dejan sólo otra vez.
Dieciocho meses: Es otro día pasé por un colegio y vi amuchos niños como mis
antiguos hermanitos. Me acerqué y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una
lluvia de piedras, "a ver quien tiene mejor puntería", decían. Una de las
piedras me dio en un ojo y ya no veo con él.
Diecinueve meses: Ahora ya no se me acerca casi nadie, creo que es porque ya no
soy un perro bonito. Estoy muy flaco, perdí mi ojo, tengo alguna herida de algún
perro más fuerte que me mordió cuando intentaba comer y hace mucho que nadie me
cepilla el pelo. La gente no me acaricia. Últimamente lo que abundan son los
escobazos que me dan cuando intento dormir un poco a la sombra de alguno de sus
porches.
Veinte meses: Casi no puedo moverme. Hoy intenté cruzar la calle por donde pasan
coches y uno me atropelló. Aunque yo creo que estaba en un lugar seguro...y no
olvidaré la mirada de satisfacción del conductor que hasta se ladeó con tal de
darme...Si me hubiera matado...pero que va, sólo me dislocó la cadera y el dolor
es horrible. Mis patas traseras no se movían, así que con mucha dificultad me
arrastré hacia el borde del camino, donde había un poco de hierba.
Llevo diez días bajo el sol, la lluvia y el frío, sin comer. Ya no me puedo
mover nada, el dolor es insoportable. Me siento muy mal, cuando llovió se hizo
un charco donde yo estaba y como no podía moverme estuve mojado muchísimo
tiempo, y creo que mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa sin verme, otros
me dicen "no te acerques"... ¡pero si ni me puedo mover!
Ya casi estoy inconsciente, pero una fuerza extraña me hizo abrir los ojos. Una
mujer muy dulce me decía "pobre perrito, cómo te han dejado". Junto a ella venía
un señor de bata blanca, que empezó a tocarme y dijo "lo siento señora, pero
esto ya no tiene solución, es mejor que deje de sufrir".
A la señora se le saltaron las lágrimas y asintió, y como pude, moví el rabito
agradeciéndole que me ayudara a descansar. Sentí un pinchazo de la inyección y
me dormí mientras ella me acariciaba la cabeza, pensando porqué tuve que nacer
si nadie me quería.
Señor, como puedes permitir, que una criatura tuya, le pueda suceder esto?.
Porque el hombre nos trata de esta manera?
Porque señor nosotros nunca lo haríamos, Porque nos confunden con juguetes, algo
que se usa y se tira, no saben que también tenemos vida propia, como ellos,
nacemos, cresemos, comemos. Vemos, oímos, olfateamos, sentimos y morimos.
Porque señor, nosotros nunca lo haríamos, nosotros damos la vida, por nuestra
familia.
Gracias señor por escuchar, nuestras quejas, te lo dejo en tus manos, ya que
eres nuestro creador, como el del hombre, y todo el universo, en ti confió.
Una pregunta señor. El día que nos llegue nuestro momento, como el de mi amigo
sin nombre, todos tenemos de pasar cuentas arriba?...
.
. Amigos , no permitamos más que esto que le paso a mi amigo sin nombre, le
suceda a nadie más, cuando me refiero a nadie más, me refiero a ningún ser vivo.
No te pido, que lo mandes a 7 amigos más, porque si no tendrás mala suerte.
Si no, manda lo a todos los que tu corazón te dicte
.
Escritor: RalPH Guionista: RalPH Foto: RalPH