AÑO/CERO Nº 06-0996-71

La demanda creciente de exorcismos obliga a la Iglesia a ser tolerante con la intrusión de seglares en tareas antes exclusivas de los sacerdotes

 

ENVIADOS DEL ALTÍSIMO

La misma fe inamovible en Dios reconocen Mª Ángeles Bertolín y su colaborador Antonio Jiménez, es muy especial. Dotado con facultades extrasensoriales, descubrió siendo muy joven que él mismo había sido poseído por un ente maléfico. Hablaba con él telepática, incluso físicamente. Por su causa padecía insomnio, falta d seguridad en sí mismo, tristeza y tuvo accidente que estuvo a punto de costarle la vida «Nunca había leído un libro sobre temas de parapsicología ni acudido a un médium o un vidente - reconoce Jiménez, pero un día vi una foto de Mª Ángeles Bertolín en un periódico y mi instinto me dijo que ella era seria. Me dirigí a su consultorio para pedirle consejo sobre algún libro y ella al momento se dio cuenta de yo llevaba un espíritu conmigo. Me exorcizó y sentí como si se me desgarraran las costillas como si un peso enorme se despegara de mi cuerpo dejándolo libre, Consciente de que mis facultades

Psíquicas estaban sucias, me propuso que para limpiarlas la ayudara en su tarea. Desde aquel día empecé a sentirme mejor. Ahora puedo dormir y tengo claro cuál es mi destino.

Antonio coopera con Mª Ángeles en el momento del exorcismo absorbiendo al espíritu que trae la posesa consigo y aprendiendo así sus argucias y artimañas. Al hacerlo siente en sus propias carnes el dolor y el sufrimiento del poseso, pero así pueden estar seguros los dos exorcistas de qué ocurre exactamente a la persona «Vemos en El mundo espiritual dice Antonio, por eso preferimos que no nos cuenten nada antes de hacer el exorcismo, así no podemos ser influidos por las mentiras de los espíritus». Mª Ángeles nos explica que las personas que llegan hasta ellos son enviadas en muchos casos por sacerdotes: «La mayoría de ellos están atormentados por espíritus que no encuentran el camino hacia Dios. Yo los ato con una luz que sale de mi mano y los envío hacia a mí. Después le pido a Dios que les cubra con un manto de protección. Cuando es un alma en pena se van enseguida porque están buscando ayuda, pero cuando se trata de espíritus malignos me ayuda Antonio -. Ambos aseguran que es el poder de Dios lo que les permite liberar a los espíritus:

Éstos, puesto que son seres Humanos fallecidos que tienen las mismas reacciones que nosotros, pueden entrar en una persona si se sienten atraídos y después dejada si se aburren. Si bien es cierto que durante los estados en que perdemos nuestro propio equilibrio y nos identificamos con emociones negativas o agresivas estamos más expuestos a que se nos adhieran. Para Mª Ángeles, prácticas como la guija o el Espiritismo también.

Pueden contribuir enormemente a que los espíritus entren en esta dimensi6n «Lo cierto añade esta exorcista seglar- es que muchas personas que en apariencia sufren desequilibrios psíquicos están poseídos y mejoran tras el exorcismo». ¿Quién sabe? Tal vez, como dijo Charles Baudelaire, «el mayor ardid del demonio es persuadirnos de que no existe». Por ello, por el bien del ser humano, no debería desdeñarse el poder que las fuerzas de mal tienen sobre el cuerpo del hombre y sobre su espíritu, sean cual sean sus manifestaciones.