RAYOS DE LUZ

 

Este es un regalo que hago a toda la humanidad. Para que adquieran el conocimiento espiritual, que necesitan y les ayude a sobrellevar el difícil camino de la vida, y así poder enfrentarnos a esos seres sin luz que continuamente nos están perjudicando. Espero les sea de su agrado ese seria mi mayor deseo, aunque lo importante es que les haga servicio en esos momentos de dificultad, que quizás es cuando más necesitamos aproximarnos a Dios.

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida ni comercializado sin permiso de la escritora, solo esta autorizado este manuscrito para uso privado, no en colectividades o agrupaciones..

Copy. Mª Ángeles Bertolín. (Reservados todos los derechos)

 

PREFACIO

 

<<Este libro relata las experiencias de alguien que como yo se ha visto inmersa en la siempre confusa nebulosa del área paranormal, parapsicológica o esotérica sin tener experiencia >>

 

Así era el inicio de mi anterior libro, titulado MIS VIVENCIAS SOBRE POSESIÓN, publicado en esta misma editorial, a la que doy desde estas líneas mi agradecimiento en mi nombre y el de todos aquellos que, al leer el libro, se han sentido identificados con la temática que en él se encerraba; personas, que, en su lectura, han encontrado la solución a ese mundo de locura y desesperación en el cual estaban inmersos sin hasta entonces saber que todos sus sufrimientos y torturas eran producto de una posesión. Personas cansadas de ingerir fármacos (que, en el mejor de los casos, lo único que les producían era adición a ellos y que un determinado día dejaban de surtir efecto, ya que el cuerpo de habituaba) mientras que el causante del problema continuaba allí, latente, más fuerte que nunca, para llevar a cabo su fin, la total destrucción de aquel ser humano.

Cuando yo empecé a tener mis propias experiencias sobre posesión me sumí en en mundo para mí totalmente desconocido y al que no prestaba excesiva atención; incluso mantenía respecto a él una escéptica reserva.

Lo que ignoraba me había de acontecer me forzó a abrirle mi mente, a prestarle toda mi energía ... Primero, porque en ello iba mi curación más tarde, porque supe que así podía ayudar a mis semejantes. Fue mi gran fe en Dios lo que me permitió salvar aquel gran bache, y la Divina Providencia quien puso en mi camino a ciertas personas practicantes de la caridad espiritual, que me ayudaron y me hicieron ver que el causante de todos mis desvelos y desesperaciones era el espíritu de un ser que me poseía por amor.

Exorcismo... ¿Qué significaba para mí aquella palabra hasta aquel momento? Muerte, locura, desesperación, ansiedad, agonía: esta era la imagen que yo tenía de lo que yo tenía de lo que había de ser mi gran salvación. Fue entonces cuando conocí al gran exorcista J.M, quien me liberó de aquella terrible pesadilla, extrayendo de mi cuerpo al ser que me torturaba. Fue entonces cuando la palabra Exorcismo significó para mí liberación y vida.

Dedico este libro a todas aquellos que me han ayudado, en especial a ese exorcista por antonomasia, J.M, gracias a cuya colaboración y conocimientos puedo hoy en día dedicarme a auxiliar a mis hermanos con esta gran tarea de caridad espiritual y exorcismo. Fue Dios quien me encaminó hacia aquel que iba a despertar en mi estas facultades, aportarme estos conocimientos y guiarme en su adquisición y consolidación. Puedo decirles con sinceridad que oí en mi interior una voz que decía: << Confía en él, que él te ayudará >>. Desde ese momento, empecé a contarle todo lo que me sucedía y él me aconsejaba, me indicaba qué debía hacer.

Tengo también que dar las gracias a aquellas personas que colaboraron conmigo en mi anterior libro, y a las que han participado en el presente, que han querido mantener sus nombres en el anonimato. Su colaboración ha hecho posible que este mensaje llegara a todos ustedes.

Me gustaría saber que van a considerarlo como cercano, casi propio, y que puede servirles para, como yo, liberarse de una posesión, pues les permitirá reconocerla – por sus síntomas – o protegerse de ella. Igualmente, si tienen parientes o conocidos que sufren similares tormentos a los que aquí se relatan, que convierten sus vidas en un encarnizado problema sin aparente solución, Pongo a su disposición una serie de hechos, relatos, anécdotas, casos o como quieran llamarlos, que considero pruebas fehacientes de que existe la posesión espiritual. A ella debemos enfrentarnos sin miedos ni tabúes, combatiéndola sin temor ni ignorancia. Dado que todos los sucesos que aquí se narran son absolutamente verídicos, he omitido los nombres de los protagonistas y he evitado dar detalles que puedan revelar su identidad. No desearía que nadie se sintiera aludido ni ofendido, puesto que hay muchos asuntos similares; aún cuando alguien esté seguro de reconocerse, debe pensar que los conocimientos que su vivencia puede aportar servirán sin duda para ayudar a muchas personas que padecen a encontrar esa solución tan anhelada. También a mí me costó revelar, en mi primer libro, tan personales experiencias, y finalmente lo hice llevada por el deseo de consolar y sobre todo, poder resolver los problemas de cualquiera que pasara por lo mismo.

Por esta similitud básica, por este cordón umbilical que une a mis dos libros, apelo a vuestra atención con las mismas palabras con que antes lo hice:

<<Leed a partir de este momento todo lo que yo, Mª Ángeles, tengo que contaros, que no es poco ni está falto de interés, incluso de emociones, por terribles y nefastas que en principio puedan parecer>>

Este libro no pretende ser un sustituto de la ciencia médica, puesto que respeto enormemente a todo tipo de profesional que se dedique a ayudar al prójimo.

Lo único que pretendo con la exposición de mis experiencias en torno al mundo espiritual es aportar nuevos conocimientos al diagnóstico de ciertos comportamientos humanos, que a menudo son catalogados como enfermedades mentales, psicológicas. Estas dolencias, que pueden llevar a una persona a la destrucción, son debidas a la posesión por espíritus.

Quiero que sepan que mi propósito es sólo el siguiente: ayudar a los demás, colaborar con todo aquel que pueda necesitarme.

 

CAPITULO 1º

 

 

Desde la publicación de mi anterior libro, titulado Mis vivencias sobre posesión, ha transcurrido poco más de un año, tiempo en el que he vivido nuevas experiencias, a cual de ellas más emocionante. Por esta razón me he animado a intentar escribir este nuevo libro, que espero les resulte tan apasionante como el anterior.

Estas abundantes vivencias me han aportado y aportan día adía los suficientes elementos de juicio sobre el tema de la vida, la posesión y la caridad espiritual como para transmitirles a ustedes una pequeña parte de este conocimiento. ¿Con qué objeto? - se preguntarán -. Con una finalidad clara y sencilla: la de añadir más información a la que sobre estos asuntos hayan podido obtener a través del libro Mis vivencias sobre posesión, así como a través de los medios de comunicación que han dado noticia de nuestra labor. Con los casos que expuse en el libro se sintieron identificadas muchas personas, que estaban viviendo sufrimientos y padecimientos muy similares a los mios: esto supuso abrir una puerta a la solución de sus acuciantes problemas. Este es el gran paso que se ha dado desde entonces: muchos de aquellos que se consideraban escépticos estaban siendo víctimas, sin saberlo, de una posesión, y experimentaron en su propia piel la inmensa satisfacción de sentirse liberados de ella, y aunque digo << posesión >>, en singular, deben de saber que a veces puede deberse a más de un espíritu, como ya leerán más adelante. Así que este espíritu o espíritus trataban de destruir sus vidas, tanto en el aspecto físico como mental, e interferían en sus trabajos y en la relación con sus amigos, familiares y seres más queridos, incluso llegaban a acabar con la felicidad y casi con el amor de matrimonios que, tras ser liberados de la posesión, confesaban quererse más que nunca. Estos son, a grandes rasgos, los casos de muchas personas que afortunadamente han podido recibir ayuda.

Creo que Dios ha estado conmigo todo este tiempo, y no es petulancia, pues he tenido muchas pruebas de ello. ¿ Cómo si no yo, un ser insignificante, hubiera podido llegar a todo esto? Me hago a menudo esta pregunta cuando realizo curaciones o exorcismos que me resultarían asombrosos o inverosímiles si no fuera porque yo misma los estoy viviendo en cuerpo y alma, y tengo como testigos a familiares o amigos de la persona poseída. Cuando más me demuestra Dios su grandeza, más pequeña y débil me encuentro y, a la par, más fuerte e indestructible por el inmenso amor que siento hacia Él, y la inquebrantable fe que le profeso. ¿ Quién, si no El, habría hecho posible que una desconocida como yo llegara de una manera u otra a sus hogares, a sus vidas, en tan poco tiempo, llevando esta luz de esperanza a quienes se hallaban sumidos en la desesperación ? .Muchos creían haber llegado al límite de su resistencia ante la alarmante gravedad de sus problemas, diagnosticados por las personas que se dedican a tratar las enfermedades consideradas <<del espíritu>> o <<de la mente >> como depresiones, esquizofrenia, paranoia y otros diversos trastornos de la personalidad que, en peor de los casos, se acompañan de tendencias suicidas. Aquellos que realmente tenían fe en Dios pudieron por fortuna comprobar que sus males tocaban su fin; que en poco tiempo experimentarían una gran mejoría que iba a animarles a dejar sus grandes tratamientos médicos, que ya se habían resignado a admitir como fieles compañeros para el resto de sus vidas.

Por todo esto tengo que dar gracias a Dios. Por ello y por haber hecho posible que yo abriera un centro (CENTRE D’AJUDA MENTAL I ESPIRITUAL ÀNGELS) desde el que poder brindarles mi ayuda que, con la colaboración de otras personas, está resultando una buena labor. Entre ellas está el Sr. J.M. Es un exorcista por antonomasia, que se entrega total y desinteresadamente a sus semejantes. 

Permítanme contarles esta pequeña historia: cómo nació el CENTRE D’ AJUDA MENTAL I ESPIRITUAL ÀNGELS. Un día me propuse, como un reto, llevar a cabo lo que en principio me parecía sólo un difícil proyecto. Compré un local con el dinero de que disponía, que había ido ahorrando en muchos años de trabajo: yo, que tanto había sufrido, quería que aquellos que estaban padeciendo lo mismo dispusieran de un lugar donde encontrar la explicación de sus problemas, la solución a su mundo de locura y desesperación.

Aquel local estaba en condiciones deplorables y parecía que jamás iba a reunir los requisitos necesarios: anteriormente había sido una boutique de señoras, sus paredes estaban pintadas de negro y amarillo y estaba distribuido en varias estancias (almacén, probadores....) mediante unos tabiques que había que derribar. Con la ayuda de albañiles, carpinteros y pintores conseguí cambiar totalmente aquella inadecuada imagen. Yo misma me encargué de buscar a los profesionales que mejor se adaptaran a mis escasos medios económicos y de controlar la evolución de las obras, e incluso me vi pintando (cosa que no había hecho hasta entonces) unas separaciones de madera entre dos despachos. Había puesto toda mi ilusión y mi empeño en que aquel centro funcionara, por lo cual para mí no existía tipo de limitación, ni obstáculo alguno iba a detenerme.

Así es como el CENTRE ÀNGELS ha llegado a convertirse en un lugar lleno de alegría, de aliento, un lugar luminoso como sus resplandecientes paredes blancas, un espacio repleto de amor para que quienes nos visiten recuperen la esperanza y encuentren el final del amargo camino por el que les guiaba la posesión.

Hay que decir también que, aun sin haber puesto ningún tipo de anuncio, recibí varias ofertas para alquilar el local por elevadas mensualidades. Esta fue una tentación que deseché, porque en mi vida el interés por lo material había sido arrinconado en virtud de una mayor riqueza, la interior o espiritual, que es la realmente verdadera, la que perdura, a través de los tiempos, por toda la eternidad.

En la primera página de este libro les decía que ustedes habían podido recibir información sobre nuestra labor a través de los medios de comunicación. Lo más curioso es que esto no se debió a los esfuerzos que yo pudiera realizar para evidenciar nuestra presencia. Ustedes podrían llamarlo azar, casualidad....lo que deseen, si bien yo estoy segura de que la mano de Dios estuvo y está detrás de todo esto.

Todo comenzó un día en que el periodista Víctor Colomer nos descubrió, como un buen profesional que es, y decidió hacernos una entrevista para el <<Diario de Sabadell>>, en la que explicaba el tipo de trabajo que realizábamos en el centro. Debido a la gran repercusión que tuvo el citado artículo, dos emisoras de radio también entrevistarme (Radio Tarrasa, y Radio 2000 de Sabadell). Cuando aún no me había rehecho de la emoción que todo esto supuso, el mismo Víctor Colomer realizó un nuevo reportaje para el periódico <<El Observador>>. A continuación no tendría apenas tiempo de darme cuenta de lo que estaba sucediendo: más periódicos y revistas, más emisoras de radio, cadenas de Televisión ....se interesaban por nosotros. Me entrevistaron en Antena 3 Radio, en Radio Euskadi, en Radio Rubí, en <<Onda O>> (el programa de Julia Otero en la Ser), e igualmente lo hizo un periodista de <<Interviú >>.

Las unidades móviles de TV3 se desplazaron para grabar un completo reportaje que incluía una curación. También nos visitaron profesionales de la Agencia EFE para Tele 5, cadena que además contó con nosotros para los programas <<Entre hoy y mañana>> y <<Tele 5 ¿ Dígame ? >> que se retransmite en directo, por lo que hube de desplazarme a Madrid en avión, a toda prisa, en un tiempo limitado. Poco después regresé a Madrid, esta vez para grabar un programa de debate en TVE; entre los participantes estaba el padre Solá (jesuita), que se hospedó en mi mismo hotel.

Finalmente vino un reportero de una importante revista del corazón, al que ya no pudimos atender por causas mayores (el Sr. J.M. Empezó a sentirse mal y hubo de ser intervenido quirúrgicamente).

A cada aparición nuestra en uno u otro medio de comunicación quedaban saturadas las centralitas. Muchísimas personas llamaban preguntando por nuestro teléfono y dirección para ponerse en contacto con nosotros. En el poco tiempo en que me di a conocer la gente depositó gran confianza en mí, y por ello debo dar gracias a Dios, sin el cual nada de esto habría sido posible. Recibí muchos elogios por la claridad con la que exponía el tema y por el trabajo tan humano y hermoso que estaba realizando. Y, aunque fuera lamentable, por triste, me pedían a veces entre sollozos un remedio a sus problemas, cuyas causas ahora reconocían en la posesión: y cabe hablar de tristeza en pasado, porque si mi presencia en los medios de difusión había servido para que conocieran esta posibilidad, para que descubrieran algo que ignoraban y que les iba a resultar vital, es motivo de júbilo, de satisfacción.

Cientos de seres desdichados me han pedido ayuda asegurándome tener una gran fe en Dios y diciendo que, al oírme, sintieron que el auxilio que siempre le habían pedido a Él para que les liberara de aquella tortura, de aquella pesadilla sin igual, había llegado. Muchos de ellos han venido a la consulta no sólo desde la Península sino también de Baleares o Canarias, e incluso de otros países.

 

CAPITULO 2º

 

Con mucha frecuencia pienso que quizá fue necesario que yo sufriera en mi propia carne todas las desdichas y calamidades por las que pasé para poder ayudar a otras personas.

Creo que Dios quiso que realizara este aprendizaje, que superara esas pruebas. De cualquier modo, mereció la pena, pues con ello adquirí unos valore humanos de los que probablemente carecía. En mi anterior libro explico el proceso por el cual me he engrandecido no ya como persona sino como ser espiritual; y es que cuando más cerca de nosotros está Dios, aunque no lo percibamos, dispuesto a atender a nuestras súplicas.

Pues bien, no todas las personas a las que trataba de ayudar disponían de los medios (económicos u otros) para desplazarse hasta mi consulta; siempre con la ayuda de Dios, y tomándoles sus datos personales (nombre completo y dirección ) intentaba despojarles del ser o seres que les torturaban. Esta curación a distancia es posible, aunque es más efectiva una curación directa, ya que al pasar las manos sobre el cuerpo del que había estado poseído se arranca de él la suciedad la inmundicia impregna la mente de la persona afectada de oscuridad y confusión, llenándola de los pensamientos, las sensaciones y los dolores del ser que la ocupaba.

 

 SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESTAMOS AQUÍ REUNIDOS EN TU SANTO NOMBRE Y EN EL DE TU HIJO JESUCRISTO Y TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE ESTÉN CON NOSOTROS TUS SANTOS ÁNGELES Y TU SANTO ESPÍRITU. TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE NOS AYUDES A HACER ESTE ACTO DE AMOR Y DE CARIDAD ESPIRITUAL HACIA ESTA PERSONA.

 

Seguidamente digo sus datos personales y conjuro al ser o seres con estas palabras:

 

HERMANO (O HERMANOS), TÚ QUE ESTAS DAÑANDO A ESTA PERSONA QUE ACABO DE DECIR, QUE DIOS PERDONE TODOS TUS PECADOS Y SE CORTEN TODOS LOS LAZOS QUE TE UNEN A ESTA TIERRA.

Y A TI TE DIGO HERMANO (se hace otra cruz), Y TE CONJURO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, SU HIJO (se hace otra cruz) Y TE CONJURO POR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO. Y A TI TE DIGO (se señala el punto donde está) YO TE ATO CON UNA LIGADURA INDESTRUCTIBLE, EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO, Y TE ATO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, SU HIJO Y TE ATO POR EL PODER SU SANTO ESPÍRITU, Y A TI TE DIGO: ¡VEN AQUÍ!.

 

 

Y arrastrándolo con la cuerda de luz espiritual y mental con que lo he atado lo atraigo hasta donde yo estoy. Acto seguido tomándolo con las manos , lo entrego a los ángeles, seres de luz más pura que la del sol, que han estado junto a mí durante todo el exorcismo, y que llevan al ser sin luz al lugar que Dios le ha designado. 

Gracias a mis experiencias en la caridad espiritual me he dado cuenta de la falta de información que hay sobre el tema: se ignora la existencia de la ayuda espiritual, se desconocen los síntomas de la posesión y, lo que es más grave, se ignoran las consecuencias que ésta puede acarrear.

Hay, sin embargo bastantes personas que aceptan la posesión como un hecho natural y fehaciente, lo que indica que la sociedad ha dado un gran paso en este sentido. Personalmente considero que tratar de ignorar o de ridiculizar estas cuestiones tan evidentes es un signo de cobardía o se debe a la falta de información adecuada.

Esta falta de información, esta ignorancia del tema lleva a jóvenes y no tan jóvenes a practicar <<juegos>>un tanto peligrosos, como la Guija o <<juego de la muerte>> o a invocar espíritus (espiritismo), creyendo que pueden entablar comunicación con seres positivos, familiares muertos.... Lo que no saben es el grave error que cometen, que incluso puede llegar a acabar con sus vidas tras un terrible sufrimiento. Como ejemplo podría aludir a la película <<El Exorcista>>, basada en un hecho real provocado por un <<juego>, un tanteo en el mundo espiritual como los antes mencionados. Desde estas páginas quisiera enviarles un mensaje, darles una explicación sobre el asunto que ha de apagar la comezón de aquellas personas que han pensado alguna vez intentar la comunicación con espíritus. Hay que decir que ese pensamiento puede ser infundido por algún ser o seres que le acompañen precisamente para ser así invocados y poder adueñarse más rápida y fácilmente de la persona. Es decir, que la invocar a los seres inmateriales, a los espíritus, lo que hacemos es invitarles a que nos posean, abrir impunemente la puerta de nuestras mentes y nuestros cuerpos a seres que pueden resultar maléficos.

He recibido bastantes peticiones de ayuda a este respecto y quisiera relatarles dos de los casos en que intervine.

Estábamos en la primera en la primera quincena de agosto, fecha en la cual se celebran las fiestas de la urbanización en que tenemos una pequeña casita. Dicha casa está situada frente a la montaña de Montserrat, muy cerca del pueblo de Esparraguera, y en ella pasamos el verano, los fines de semana...Las fiestas a que me refería duran diez días y en ellas tienen lugar bailes, meriendas infantiles amenizadas por payasos, cenas y diversos espectáculos con los que aquel año aparentemente todos nos divertíamos. Digo aparentemente porque aquellos días, en aquel lugar, había un grupo de jóvenes muy asustados que vivían muy amargamente sin que nadie lo percibiera.

Me hallaba con mi marido en uno de aquellos bailes al aire libre cuando se me acercaron tres chicos, de edades comprendidas entre los 16 y los 20 años, con el pánico dibujado en sus rostros. Con voces temblorosas me pidieron que por favor les ayudara: habían leído mi libro, que acababa de salir a la venta, y creían que yo era la persona adecuada, aquella a la que podían pedir auxilio para escapar del grave peligro en que se hallaban inmersos. Me invitaron a acompañarles a un rincón apartado donde, mientras la orquesta desgranaba sus alegres melodías, una chica de 17 años lloraba de angustia y desesperación, rodeada de varios amigos y amigas. Me explicaron que había estado un grupo de ellos realizando prácticas de Guija, pues creían poder contactar con espíritus positivos y así pedirles algún favor, o tal vez hablar con algún familiar muerto...Para ellos era algo desconocido y excitante. ¿Sería verdad que hay una vida más allá de la muerte?.

Al poco rato de estar reunidos en círculo y con la tabla frente a ellos, el vaso que habían colocado sobre esta empezó a moverse con rapidez sin que nadie lo tocara.

-¿Quién eres?- preguntaron al unísono todos- desconcertados ante tal evidencia, alucinados y sin poder dar crédito a lo que veían con sus propios ojos: las luces se encendían y apagaban, los objetos circundantes se movían como si tuvieran vida propia, y un temblor interno empezó a hacer mella en ellos.

-¿Quién eres? – volvieron a preguntar, ya con voces trémulas. 

·         Soy tu madre – contesto el espíritu, refiriéndose a una de las chicas, la cual, con lagrimas en los ojos, le dijo:

-¡ Mamá! ¿Cómo estás? ¿que haces? 

·         No muy bien, hija mía. Por aquí todo es oscuridad. Te voy a decir, hija, que tu padre va a morir muy pronto.

Debo aclarar aquí que los seres espirituales pueden hacerse pasar por familia de una persona para que ésta les acepte como tales, de modo que les sea más fácil poseerla.

La madre de aquella muchacha llevaba varios años muerta . ¿Cómo podía ser que lo que ellos habían intentado hacer por mera curiosidad hubiera llegado a causar tales daños a nivel moral, afectivo, a su supuesta hija; que la chica hubiera ahora de sufrir por lo que, según aquel ser, iba a acontecerle en breve a su padre?.

Animándola, le dije que no creyera nada de lo que aquel espíritu de tinieblas le había dicho, ya que estos seres no tienen idea alguna sobre el porvenir, cuya verdad solo Dios conoce. Calmándola, profiriendo palabras de consuelo, le aseguré que con su ayuda todo se iba a solucionar, y cité a todos los que habían participado en la Guija en mi casa al día siguiente.

Un cuarto de hora antes de la convenida ya había junto a nuestro jardín un nutrido grupo de jóvenes, a los que invité a pasar, temiendo que se sintieran intimados. Me dijeron que preferían esperar a los que faltaban, que fueron extremadamente puntuales .De modo que acudieron a la cita cerca de 30 personas, que se distribuyeron buenamente por el pequeño comedor.

Una vez los tuve a todos allí reunidos, les hablé del tema, advirtiéndoles de todos los peligros que entraña y de las nefastas consecuencias que podía haberles acarreado, pues muchos de ellos, a raíz de aquellas arriesgadas prácticas, debían ir acompañados. Les aseguré que yo, con la ayuda de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo, trataría de anular la compañía de cualquier ser que se les hubiera agregado, mediante un exorcismo. Les recalqué que en lo sucesivo anduvieran con mucho cuidado; no parecían llevar consigo ningún ser tan perverso como el de la película <<El Exorcista>>, que era el peor riesgo que corrían usando la Guija: estos seres maléficos vagan sin cesar por la tierra esperando la oportunidad de ser llamados para hacer todo el daño que son capaces. Sin embargo, podían habérseles agregado almas en pena, que, sin ser espíritus Malvados, destrozarían igualmente sus vidas. Las almas en pena son seres que no están con Dios, por lo que son en sí mismas la soledad y el dolor. Ese puro sufrimiento lo transmiten a la persona a la que poseen, despojándola de la ilusión por la vida, que les resultará en adelante difícil y desoladora, e induciéndoles incluso al suicidio.

Después de hacerles estas advertencias me dispuse a curarlos. Aquellos chicos y chicas fueron desfilando de uno en uno por una pequeña habitación contigua al comedor, donde los examiné concienzudamente y practiqué exorcismos a los que lo necesitaban, que fueron casi todos. A mi pregunta de cómo era posible que un grupo tan considerable hubiera practicado la Guija, replicaron que no todos lo habían hecho, que muchos habían querido acudir a la improvisada consulta porqué tenían dificultades en los estudios, alteraciones en su comportamiento habitual, nervios inusitados, mareos y otros síntomas que se debían, sin duda, a la posesión por espíritus.

Antes de relatarles un caso similar, si cabe más inquietante, quisiera hacerles algunas aclaraciones terminológicas y explicarles el alcance de determinados conceptos que utilizamos los especialistas y que gente mal interpreta.

Comencemos por la práctica, incorrectamente considerada, de la Guija es la reunión de varias personas que, utilizando la consabida tabla, un vaso, o simplemente el contacto de sus manos, siempre en circulo, invocan a los espíritus. De este modo logran unir sus fuerzas en una energía común; si entre los integrantes hay personas poseídas, se siguen los movimientos de objetos y pueden acudir seres que están deseando ser llamados para poder acceder, a través de los vivos, a este mundo material, abandonando así su mundo de tinieblas, su estado de purgación o infierno.

En el mundo existen dos dimensiones, la material y la espiritual. La vida espiritual en la tierra no es benigna, pues ya he dicho antes que se trata de seres alejados del amor de Dios por falta de fe o a causa de sus malas obras.

Puede que se hayan preguntado alguna vez qué es un ALMA EN PENA o EN ESTADO DE PURGACIÓN. Un alma en pena es una persona que, a la hora de su muerte, decide no ir con Dios, en ocasiones no por falta de fe, sino porque su amor por Dios. Hablo del dolor de una madre que no quiere abandonar a sus hijos, o de un amante que no puede renunciar a su amada.....e incluso del egoísmo y el materialismo de las personas que se niegan a perder sus bienes (coche, dinero, joyas, casas....) Estas personas se quedarán en la tierra atadas a aquello que aman, arrastrando una existencia entre tinieblas, sin sentido alguno; se dan cuenta de que deberían haberse ido con Dios, pues sólo Él es la luz, y se sienten desgraciados, angustiados y desesperados; este estado es peor que la propia muerte, porque su continua agonía no tiene fin, siempre inmersos en una noche fría, a través de cuya espesa niebla apenas perciben las cosas. Sólo cuando estamos con Dios nos libramos de todo sufrimiento, algo que a ellos no les sucede. Muchos se meten en algún familiar o persona sensible para vivir a través de él obteniendo un simulacro de vida material. A partir de ese momento, la persona poseída sentirá las emociones y sufrimientos que pertenecen al ser poseedor, tanto los padecimientos por los que pasó en su vida anterior como los actuales. Por ejemplo, si dicho ser había muerto de algún doloroso mal, la persona poseída sentirá idénticos dolores, sin que se los cause ninguna enfermedad, aunque, con el tiempo, los síntomas tomen carta de naturaleza, es decir, contraiga la misma afección.

Incluso si el espíritu se queda con una persona por amor a ella, le transmite asimismo su tristeza y desolación pero no adrede, sino porque al estar dos espíritus en un mismo cuerpo, la persona siente lo que el alma en pena.

A veces estos seres buscan a personas que les ayuden a llegar al espíritu divino, a la luz de Dios, para así poder disfrutar de una plenitud de paz y amor eternos. Las personas a las que poseen en demanda de auxilio sufren depresiones, mareos, vértigos, y una tremenda soledad en el alma aún estando rodeados de gente. Para ellos, la vida carece de sentido y acuden a su mente ideas de suicidio.

Los seres que ha veces se quedan en las casa suelen ser sus antiguos habitantes, que creen que estos bienes no deben nunca pertenecer a nadie más. Ocurre con los castillos y casas antiguas, cualquier edificio en ruinas, los coches de quienes murieron en accidente, las joyas y tesoros.... Si los adquieren personas sensibles experimentarán inquietud e incomodidad, pues las almas en pena los consideran como intrusos en sus propiedades y pretenden que las abandonen.

Mucho peores que las almas en pena son los ESPÍRITUS MALIGNOS. Un espíritu maligno es un ser que, mientras vivió en la tierra, y en lugar de amar a sus semejantes, incubó en su alma la maldad y el odio; disfrutaba con sus propios actos crueles y violentos, obteniendo placer con sus propios actos crueles y violentos, obteniendo placer con el sufrimiento y la destrucción de los hombres. A la hora de su muerte, estos seres se enfrentan a Dios, pues se creen superiores a Él, únicos y autosuficientes. A pesar de que rechazan Su compañía, y de todos sus otros muchos pecados, Dios les perdonaría con su infinita bondad si ellos hicieran acto de contrición y se arrepintieran. Pero son tales el orgullo, la soberbia y la maldad de estos espíritus malignos que llegan a convertirse, sin saberlo, en sus propias víctimas: sufren lo indecible por estar carentes de amor y, viendo la felicidad de los seres vivos, se sienten aún más desdichados, de modo que sólo encuentran placer en la aniquilación de la dicha ajena.

La iglesia Católica los denomina demonios o seres diabólicos. Asimismo, cuando nos habla de la tentación, podemos decir que un espíritu maligno se nos aproxima, instigándonos mentalmente a hacer el mal, convenciéndonos para que nos prostituyamos, nos convirtamos en sus colaboradores. Este ser maligno nos utilizaría para llevar a cabo sus inicuos propósitos, para después destruirnos totalmente e inducirnos al suicidio.

Cuando tales seres se aproximan a personas sensibles y amantes de Dios éstas pueden defenderse de ellos mediante la oración; el espíritu maligno desiste y huye, si no es capaz de vencer la fortaleza espiritual de esa persona atacándola en su debilidad física (a través de enfermedades y dolores) o mental (transmitiéndole pensamientos nefastos) y haciéndole así desistir de la fe divina. Por eso debemos ser fuertes, inmensamente fuertes en la fe; a pesar de los tropiezos, de los sufrimientos que debamos soportar, hemos de recordar que este mundo material es como un sueño, tras el que despertaremos a la verdadera vida, a la verdad, que es solamente Dios. Dios es la fuerza que todo lo puede, así que no debemos desistir de nuestra fe en Él, nuestra única esperanza, la única arma de que disponemos para enfrentarnos a la maldad de este mundo.

Si en alguna ocasión ven un espectro de cualquier tipo: de hombre o de mujer; de animales tales como serpientes monstruosas, sapos, perros, cerdos, arañas enormes y repulsivas, chivos con cuerpo de hombre; con aspecto demoníaco o bien todo, al contrario, con aspecto beatífico, como el espectro de la Virgen María, Jesucristo, algún santo o figura angelical... Si sienten contactos en la carne o presencian desplazamientos de objetos, ruidos, inexplicables roturas de espejos, cristales, vasos (es decir, fenómenos Poltergueist)... Si al mirarse en un espejo aprecian que su rostro tiene un aspecto distinto y tienen la extraña sensación de no reconocerse.... Si creen que alguien les hace daño, espiritualmente hablando, o que le hacen magia negra... Si ve que todo le va al revés en su vida íntima y familiar, en su trabajo, con sus amigos .... puede usted estar seguro de que se halla poseído, esto es, bajo la influencia benigna o maligna de un alma que ya dejó su cuerpo de carne en esta tierra y no halla la paz ni el camino que le conduzca al perdón y a la misericordia, a la salvación que Dios nos concede por los méritos de nuestro Hermano, Señor y Salvador Jesucristo, que derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados.

Especialmente los seres maléficos pueden provocar lo que los psiquiatras denominan visiones, delirios, paranoia, esquizofrenia, psicopatía, alteraciones de la personalidad, epilepsia... Pues estos seres tratan de desintegrar, corromper, prostituir a la persona a la que poseen y por último, matarla haciéndole concebir ideas de suicidio. Todo esto lo consiguen dominando la mente del poseso.

Creo que por el momento estas aclaraciones serán suficientes para seguir adentrándonos en la materia, cosa que haremos con el relato de un caso que, como les había anunciado, es más apasionante que el anterior.

Una tarde, alrededor de las 2, sonó el teléfono; del otro lado del hilo me llegaba la voz tenue y asustada de una chica:

 

·         Mª Ángeles ¿eres tú? – preguntó -. ¿Eres la exorcista que salió por televisión?

 

Le respondí que sí, a lo que ella replicó que deseaba le ayudara a solucionar un grave problema. Me preguntó acerca de mis honorarios; le dije que nada iba a cobrarle, sólo necesitaba conocer las dimensiones del asunto y sus datos personales precisos (los nombres y direcciones de todos aquellos que habían participado, como no, en el <<Juego de la muerte>> inconsciente y ajenos a lo que iba a suceder). Como resultaron ser muchas personas, le rogué que me escribiera una carta facilitándome lo necesario y explicándome punto por punto y detenidamente lo que había ocurrido.

La recibí al cabo de pocos días; en ella agradecían que me hubiera tomado interés en ayudarles. Decían ser un grupo de 10 chicos y chicas entre los 17 y 19 años, que, en una casa medio en ruinas a las afueras de Madrid, habían decidido practicar la Guija. Ellos creían que sólo se trataba de un juego, pero al ver lo que sucedía en aquel habitáculo cruzaron la barrera del pánico. La muchacha que llamó y que también escribió la carta explicaba:

<<Una vez reunidos todos empezamos a invocar a los espíritus cuando uno de nosotros cayó al suelo como desmayado, o, mejor dicho, como si tuviera un ataque epiléptico.

 

Todos los objetos que había en aquella sala se movían de un lado a otro, la puerta se cerró de golpe y no pudimos abrirla, a pesar de nuestros enormes esfuerzos.

 

Repentinamente nos gritó una horrible voz: "!No vais a salir nunca más de aquí, pues quiero vuestras vidas!". Después, otro espíritu que aseguraba ser bueno nos dijo que dos de nosotros debíamos salir de la estancia: se refería a dos chicos que llevaban una cruz colgada del cuello, por lo que se interferían en la comunicación del ser con nosotros .

 

Todos perplejos y asustados, si cabe, presos de pánico, suplicamos a Dios que nos ayudara. Pareció que la situación se normalizara, porque finalmente conseguimos abrir la puerta y despertar de su letargo al chico que se había desplomado.>>

 

Sin embargo, todo no había acabado aún, porque, al regresar a sus casas, vieron cómo las luces se encendían y apagaban solas, al igual que los aparatos de radio y de televisión y notaron en sus adentros una gran tensión nerviosa, una desazón que les impedía concentrarse, estudiar o solamente dormir. Por ese motivo habían decidido ponerse en contacto conmigo, y me suplicaban una total discreción, pues sus respectivos padres ignoraban lo ocurrido y temían tanto preocuparlos como recibir un castigo.

Descubrimos que todos ellos iban acompañados, y no de un ser sino de varios. Esto se debe a que, al invocar a los espíritus, estos acuden en gran número, lo que produce un fenómeno Poltergueist: al ser tantos, absorben gran cantidad de energía y acrecientan su poder . La fuerza que emplean para causar fenómenos extraños y males diversos la adquieren de los seres vivos, pues ellos no poseen cuerpo que se la proporcione. Es como si recargaran una pila. Los seres humanos disponemos de un cuerpo que nos proporciona diariamente el necesario flujo vital. ¿Acaso ustedes, si un día no han dormido lo suficiente o no se han alimentado proporcionalmente al esfuerzo que deben realizar, no se sienten en baja forma, debilitados? Estos seres, como ya hemos dicho, viven entre tinieblas, sin asomo de humanidad, de vitalidad, y esperan conseguir nuestra energía, mediante la posesión, para obtener una ilusión de existencia material.

 

 

CAPITULO 3º

 

Era una de esas hermosas noches en que brillan las estrellas y la luna está en su mayor plenitud. Mi marido y yo, cerca de medianoche, nos dispusimos a tomar el merecido descanso cotidiano después de un duro día de trabajo. Entonces ignorábamos que ni iba a ser la tranquila noche que nos prometíamos. Nos despertó el teléfono de un profundo sueño; encendimos la luz y nos miramos, asustados y perplejos, preguntándonos quién podía llamarnos a aquella hora.

¡Eran las 3 de la madrugada! Descolgué el teléfono, con el temor de que algo temible sucediera:

 

-¡Dígame! ¿Quién es?

 

Del otro lado del hilo telefónico procedía una voz que más era un quejido, un lamento.

 

- Soy yo- contesto esa voz de hombre, a la que repetí:

 

- Y,¿ quién eres?

 

·         No me conoces – respondió. Soy un chico de 34 años, de Alicante, y te llamo, Mª Ángeles, porque eres tú, ¿verdad?

 

·         Perdona que te llame a estas horas de la noche pero es que estoy desesperado....- empezó a sollozar.

 

-.....No puedo dormir y por mi mente sólo pasan ideas de suicidio. Por eso te llamo, ¡ayúdame!

 

Rompió a llorar entonces con tan gran desconsuelo que sus palabras se entrecortaban y yo no podía entender con claridad lo que trataba de decirme. Le animé a que se tranquilizara y tuviera fe en Dios, mientras que, mentalmente, rezaba por él:

 

<<Señor, da paz y tranquilidad a este hermano que está al teléfono; ¡ayúdale, Señor!>>

 

Al mismo tiempo, trataba de consolarle con mis palabras. Parece que la oración hizo su efecto, pues empezó a relajarse y me contó parte de su vida. Hacía años que ésta se había convertido en un infierno. Vivía sin ilusión, a pesar de tener una mujer bonita que le quería mucho; y aunque él también la quería, no podía evitar rechazarla y sentir por ella una gran repulsión.

 

·         Se parece un poco a ti. También es rubia – comentó.

 

-¿ Cómo has sabido de mí?

 

·         He llamado al 003, a Información, y allí me lo han proporcionado.

 

- Y, ¿cómo has sabido de mí?

 

Ya no recuerdo dónde me dijo que había leído un artículo acerca de mí, pues entonces ya habíamos aparecido en varios medios de comunicación. Afirmó que, al leer mi libro Mis vivencias sobre posesión se había sentido muy identificado conmigo y con el mensaje que en él enviaba a todos ustedes. Lo que en realidad deseaba era venir a conocerme para que le ayudara a salir de aquella situación, a volver a encauzar aquella vida tan paralela a la que yo misma había tenido.

- Mª Ángeles- dijo -, me voy a sincerar contigo. He tratado de suicidarme en varias ocasiones, cortándome las venas o ingiriendo barbitúricos; me he agredido físicamente de distintas formas, y todas mis tentativas han sido infructuosas: siempre las han descubierto antes de que pudiera realizar mis propósitos. Pero algo me dice que no era yo mismo quien quería acabar con mi vida, sino que hay algo o alguien que provoca estos pensamientos. Te llamo en medio de esta desesperación porque tú, que has pasado también por esto, lo comprenderás.

Lo que estaba oyendo traía a mi mente aquellas angustias y aquellos sufrimientos que, aunque ya lejanos, habían dejado en mí grandes cicatrices; merced al recuerdo, volvían a ser heridas abiertas. Todo había quedado atrás, pero no podía olvidar la época en que estaba tan dolida y desesperada como aquel joven: esto me unía a él sin siquiera conocerle.

Le pedí sus datos personales, asegurándole que le ayudaría en la medida de lo posible, si bien era Dios quien iba a curarle gracias a su fe. Hablamos casi durante una hora, tras la cual él parecía más tranquilo. Me despedí diciéndole:

 

- Siempre que me necesites estaré aquí, considérame tu amiga.

 

Miramos a aquel chico desde la consulta. Vimos que iba acompañado por el espíritu de una mujer joven y rubia que en vida había sido modelo.

Desde su muerte estaba con él, pues se había enamorado. Así que el rechazo del joven hacia su esposa eran los deseos del espíritu de llevarlo con él al otro mundo. Hicimos oración a Dios y me dispuse a sacar al ente del cuerpo de aquel joven que tanto había sufrido. Rogamos a Dios, a Jesucristo y al Espíritu Santo que nos enviaran a los ángeles de luz quienes, acabado el exorcismo a distancia, se llevarían a aquel espíritu de tinieblas que era capaz de torturar así a alguien.

 

(En alguna ocasión, el ente poseedor se enamora de su víctima considerándola de su exclusiva propiedad)

 

Pasado algún tiempo, el chico de Alicante vino a visitarnos a la consulta, y nos dio las gracias por haberle librado de aquellos padecimientos. Le dimos avisos y consejos acerca de cómo debía protegerse después de un exorcismo, los cuales quiero desde estas líneas hacer llegar a todos aquellos a quienes hemos realizado una curación:

 

1.      Cuando quitamos del cuerpo de una persona el espíritu o espíritus de tinieblas que la poseían, éstos ya no vuelven más ya que se los llevan los ángeles o seres de luz fuera del ámbito terrenal, al lugar que Dios les tenga destinado.

 

2.      La persona no debe torturarse con los pensamientos anteriores, o las acciones que haya realizado mientras estaba poseída, ya que no era consciente de ellos.

 

3.      La persona debe protegerse tras el exorcismo, pues el sufrimiento físico y psíquico que le había producido el espíritu la ha dejado muy sensibilizada. Ha de rezar esta oración de protección cada noche antes de dormirse:

 

 

SEÑOR Y PADRE NUESTRO, TE RUEGO ME CONCEDAS LA GRACIA DE QUE NUNCA MÁS NINGÚN ALMA EN PENA NI ESPÍRITU DE TINIEBLAS PUEDA ENTRAR EN MÍ.

 

TAMBIÉN TE PIDO QUE TU LUZ PURÍSIMA Y ETERNA ME GUÍE EN ESTA VIDA Y EN LA VIDA VENIDERA.

 

TE LO PIDO POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, AMÉN.

 

Y TAL COMO TE LO PIDO, QUE ASÍ ME SEA CONCEDIDO SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO REZO UN PADRENUESTRO PARA TODAS AQUELLAS ALMAS EN PENA Y TODOS AQUELLOS ESPÍRITUS DE TINIEBLAS QUE SE ENCUENTRAN PERDIDOS Y SIN LUZ.

 

EN EL NOMBRE DE LOS SANTOS ÁNGELES, OS PIDO QUE LES ENCAMINÉIS Y LES GUIÉIS AL CAMINO DE LA VERDAD, LA LUZ Y EL BIEN.

 

Seguidamente se reza un padrenuestro.

 

Hay que tratar de eliminar todos los pensamientos negativos que vengan a la mente, tales como tristeza, melancolía, deseos de agredirse a sí mismo o de agredir a los demás, irritabilidad, etc.., y cualquier pensamiento que no considere coherente ni digno de usted, ya que son las secuelas que les ha dejado el ser.

 

Estas ideas son las del ente que le poseía, con ellas trataba de embrutecerle. Usted notará cómo van desapareciendo lentamente.

 

Para favorecer y agilizar su marcha, se debe rezar la siguiente oración:

 

SEÑOR Y PADRE MÍO, TE PIDO QUE ME AYUDES Y QUITES DE MÍ TODOS ESTOS MALOS PENSAMIENTOS QUE ME TORTURAN AYÚDAME A RECUPERARME.

 

TE LO PIDO, SEÑOR, EN EL NOMBRE DE TU HIJO Y POR EL PODER DE TU SANTO ESPÍRITU.

 

ASÍ ME SEA CONCEDIDO, SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

Después se rezará un Padrenuestro. Esta oración puede hacerse en cualquier momento del día en que se necesite, tanto en voz alta como mentalmente.

CONSEJOS PARA EVITAR LA POSESIÓN POR ESPÍRITUS

1.      Mantenerse siempre en armonía.

2.      No desesperar por grave que sea el problema; hay que tener fe y pedir ayuda a Dios.

3.      Amar a nuestros semejantes.

4.      No sentir odio ni envidia.

5.      No obsesionarse demasiado por imposibles.

6.      No blasfemar.

7.      Ayudar a quien nos necesite, cosa que además nos hará sentir un gran bienestar interior.

8.      No ser alcohólico ni consumir drogas.

9.      Procurar mantener siempre la fortaleza interior, que no ha de debilitarse por nada ni por nadie.

10.  No creer que alguien pueda hacerle magia negra o mal de ojo; con ello se sentirá vulnerable y se debilitará mentalmente.

11.  No sentir temores ni miedos infundados .

12.  No jugar con Guija o a espiritismo.

13.  No invocar a los espíritus ni realizar actos impuros en los que se disfrute haciendo daño a los demás.

14.  Rezar cada día la oración de protección.

15.  Practicar algún deporte que le refuerce físicamente.

 

Si se siguen estos consejos se hace más difícil que un ser nos posea; a pesar de ello, resulta inevitable en personas muy sensibles y en las que tienen facultades extrasensoriales o paranormales.

 

 

COMO SABER SI UNA PERSONA ESTÁ POSEÍDA. (SÍNTOMAS)

 

1.      Sentimientos de tristeza, depresión...

2.      Agresividad incontrolada hacia los demás o hacia uno mismo (auto lesiones, suicidio).

3.      Sentir una gran soledad interior, pena , melancolía....

4.      Rechazo hacia las personas amadas.

5.      Miedos y temores infundados ( Paranoia )

6.      Manías y fijaciones ( Neurosis )

7.      Palpitaciones y taquicardias.

8.      Oír voces en la mente que inciten a hacer el mal. Observar movimientos inexplicables de objetos.

9.      Nerviosismo incontrolable, temblores, que a veces se achacan a exceso de trabajo y al stress. Histeria y algunos casos de epilepsia.

10.  Sentirse aislado de las personas que le rodean; rotura de relaciones con la familia, los amigos y la pareja.

11.  Dolores o enfermedades de tipo psicosomático.

12.  Sentir una gran confusión interior, inseguridad, tener pérdidas de memoria.....

13.  Trastornos de la personalidad (Esquizofrenia).

14.  Sentimientos de culpabilidad y de impotencia.

15.  Inapetencia en las relaciones sexuales con la pareja y agresividad hacia ella.

16.  Trastornos del sueño.

17.  Sentir la cercanía de alguien invisible, notar como si ese alguien le tocara.

18.  Ver luces o figuras (espectros) con aspecto de hombre o mujer, demoníaco o espectros de la Virgen, Jesucristo o Santos a los que tenga devoción.

 

 

(Con ciertas apariencias, los seres que las adquieren tratan de asustarnos y debilitarnos; con otras, quieren hacernos creer que son seres elevados para así dominarnos y hacernos sus siervos, de modo que realicemos actos incorrectos e impuros.)

 

Visiones de animales de cualquier tipo, especialmente arañas gigantes y serpientes.

 

Si una persona que presenta estos síntomas les pide ayuda, entre tres o cuatro creyentes se puede realizar un exorcismo.

 

Deben ser hombres con gran fe en Dios y amantes del prójimo.

 

 

 

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA QUE LOS CREYENTES Y AMANTES DE LA CARIDAD ESPIRITUAL INTENTEN AYUDAR A PERSONAS POSEÍDAS

 

 

Se sentará en una silla al enfermo y las tres o cuatro personas SE SITUARÁN EN TORNO A ÉL CON LAS MANOS SOBRE SU CABEZA. DEBE REZARSE ESTA ORACIÓN:

 

SEÑOR Y PADRE NUESTRO, TE ROGAMOS NOS PERMITAS EL PODER AYUDAR A ESTE HERMANO QUE VA ACOMPAÑADO POR UN SER DE TINIEBLAS. TE ROGAMOS, SEÑOR QUE LO DEBILITES. TAMBIÉN TE PEDIMOS QUE TU FUERZA Y TU LUZ PURÍSIMA ESTÉN CON NOSOTROS Y NOS PERMITAS HACER ESTE ACTO DE AMOR Y DE CARIDAD ESPIRITUAL.. TE LO PEDIMOS EN EL NOMBRE DE NUESTRO HERMANO TU HIJO JESUCRISTO Y POR EL PODER DE TU SANTO ESPÍRITU. ASÍ NOS SEA CONCEDIDO SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

Seguidamente se empezará el exorcismo, MANTENIENDO LAS MANOS SOBRE LA CABEZA DEL POSESO DICIENDO:

 

SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESTAMOS AQUÍ REUNIDOS EN TU SANTO NOMBRE Y EN EL SANTO NOMBRE DE TU HIJO JESUCRISTO Y TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE ESTÉN CON NOSOTROS TUS SANTOS ÁNGELES Y TU SANTO ESPÍRITU Y QUE NOS AYUDES A HACER ESTE ACTO DE AMOR Y DE CARIDAD ESPIRITUAL HACIA ESTA PERSONA. TAMBIÉN TE PEDIMOS, QUE TODOS LOS LAZOS QUE UNEN A ESTA TIERRA AL ESPÍRITU QUE LA POSEE SE CORTEN Y QUE PERDONES TODOS SUS PECADOS Y LE CONCEDAS LA PAZ ETERNA. TE LO PEDIMOS, SEÑOR, EN EL NOMBRE DE TU HIJO, JESUCRISTO. Y POR EL PODER DE TU SANTO ESPÍRITU. ASÍ NOS SEA CONCEDIDO, SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

Las personas pasarán sus manos sobre el cuerpo del enfermo desde la cadera hacia arriba, ejerciendo toda su fuerza mental y espiritual; esto se hace repetidas veces, para extraer el ser del cuerpo de la persona. Al mismo tiempo se dice:

 

EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO, VETE EN PAZ.

EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, SU HIJO VETE EN PAZ, Y POR EL PODER DE SU SANTO ESPÍRITU, QUE TODOS LOS LAZOS QUE TE UNEN A ESTA TIERRA SE CORTEN. EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO Y EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, SU HIJO Y POR EL PODER DE SU SANTO ESPÍRITU, TE ARRANCO Y TE ENTREGO EN MANOS DE ESTOS ÁNGELES, QUE TE LLEVARÁN AL LUGAR QUE DIOS TE TENGA DESTINADO.

 

Como ya te he dicho, se pasarán repetidamente las manos sobre el cuerpo de la persona poseída de las caderas a la cabeza, para extraer el ser al que se entregará a los seres de luz que han estado presentes durante el exorcismo. Sería conveniente que el acto fuera presenciado por una persona con videncia espiritual, que comprobaría si el resultado ha sido satisfactorio.

 

Una vez hecho esto, todos los que allí estuvieran pedirán a Dios en oración que baje un manto de protección sobre el afectado. Deben poner nuevamente las manos sobre la cabeza y bajarlas hasta los pies en torno al cuerpo (como si se ejercieran pases magnéticos), diciendo:

 

PONGO UN TRIPLE MANTO PROTECTOR SOBRE TI PARA QUE TE PROTEJA DE TODO MAL, DE TODO ESPÍRITU O ALMA EN PENA Y LO SELLO SOBRE TU CABEZA CON LAS BENDICIONES DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. QUE ASÍ NOS SEA CONCEDIDO, SEÑOR, SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

Al decir <<lo sello sobre tu cabeza>> pasaremos las manos en torno a ella y haremos tres cruces, una en el nombre del Padre, otra en el nombre del Hijo y otra en el del Espíritu Santo.

 

Este exorcismo sólo lo recomiendo para ayudar a personas poseídas por almas en pena, ya que cuando se trata de seres demoníacos o espíritus perversos son necesarios una gran preparación y el don de discernimiento de espíritus, que sólo Dios puede conceder.

Para que vean la envergadura del problema, les explicaré un caso que les demostrará de qué es capaz un ser maligno, un espíritu de tinieblas.

Era una mañana lluviosa en que nos enfrentábamos, como cada día de trabajo en el CENTRO ÀNGELS, a todos los seres que acompañan a las personas que, en el nombre de Dios, vienen buscando nuestra ayuda. Son personas que sufren una inestabilidad mental y emocional que no les deja vivir en paz, que lo han probado todo y recurren a nosotros como ultima esperanza. Muchos vienen por recomendación de quienes ya han acudido al centro y han encontrado así la solución a su problema,. Este era precisamente el caso, pues se trataba de un chico al que habíamos ayudado a superar una gran depresión con pérdidas de memoria, y al que hasta aquel momento, según sus palabras, todo le había ido de mal en peor. Ya recuperado, nos traía a su novia, la cual llevaba 10 o 12 años sufriendo ataques epilépticos.

Al examinarla atentamente vimos que iba acompañada de dos seres: en su interior había un chico, un alma en pena, pero además en el exterior tenía un ser maléfico, un espíritu maligno y perverso que debía ser quien disfrutaba provocándole aquellos ataques; muy pronto íbamos a tener la prueba de ello.

Comencé a dialogar con ella, preguntándole si los ataques le daban a menudo, cuánto tiempo hacía que los sufría, etc. Y animándola a tranquilizarse, pues si ella tenia fe en Dios se curaría. Le aseguremos que la pesadilla que había sido hasta entonces su vida se esfumaría pues quedaría libre de aquellos seres que la torturaban.

Pero en el momento en que me disponía a hacer las oraciones previas al exorcismo, la muchacha comenzó a temblar de pies a cabeza, gritando: <<!me va a dar el ataque, me va a dar el ataque!>>. Estaba muy asustada, presa del pánico por lo que veía cernirse sobre ella: como tantas otras veces, caería al suelo, sacudida por violentas convulsiones y echando espuma por la boca. Mas no fue así, porque inmediatamente me avisó de que era el ser maligno quien quería provocarle aquel ataque, por lo que yo, rápidamente, me incorporé para realizar el exorcismo cuanto antes. Mientras el chico sujetaba a su novia, que había perdido el control sobre sí misma, yo me puse frente a ella, rezando así:

 

SEÑOR ESTAMOS AQUÍ REUNIDOS EN TU SANTO NOMBRE Y EN EL SANTO NOMBRE DE TU HIJO JESUCRISTO, Y TE PEDIMOS QUE ESTÉN PRESENTES TUS SANTOS ÁNGELES Y TU SANTO ESPÍRITU PARA QUE NOS AYUDEN A REALIZAR ESTE ACTO DE AMOR Y DE CARIDAD ESPIRITUAL.

 

Acto seguido, dirigiéndome a aquellos espíritus y apuntándoles con el dedo índice, les dije:

 

A vosotros dos, hermanos, que estáis fuera y dentro de esta chica a la que torturáis sin piedad, yo os digo /y lanzando una cuerda de luz mental y espiritual que salía de mi mano, los até):

 

YO OS CONJURO EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO, Y OS CONJURO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, SU HIJO, Y OS CONJURO POR EL PODER DE SU SANTO ESPÍRITU.

 

Y, trayendo hacia mí con furia aquella cuerda mental y espiritual con que les había atado les grité:

 

¡VENID AQUÍ!

 

Al momento estaban los dos en el suelo, junto a mí; les dije:

 

OS COJO Y OS ENTREGO A ESTOS ÁNGELES SANTOS PARA QUE OS LLEVEN AL LUGAR QUE DIOS OS TENGA DESTINADO.

 

La chica tenía el rostro desencajado por el miedo. Le aseguré que todo había pasado y que nunca más sucedería. El chico ya podía dejar de sostenerla, porque el peligro había acabado: ella ya estaba liberada. La chica estaba confusa y estupefacta, pues el ataque epiléptico que ella, aterrada, se prometía, no tuvo lugar. Se agarró a mí y me dio las gracias, presa aún de un nerviosismo incontrolado que se debía a la suciedad de que aquellos seres la habían impregnado. Traté de calmarla y con mis manos la limpié, tras lo que procedí a rezar la oración de protección:

 

PONGO UN TRIPLE MANTO PROTECTOR....

 

Cuando realizamos estos exorcismos, el porcentaje de curación es muy elevado, la mayoría queda curada en sólo una visita, pero una minoría precisa tres o cuatro visitas para ser despojada del sufrimiento físico y mental que haya experimentado y que son las secuelas que el ser le ha dejado. A menudo, la influencia de un espíritu debilita psíquica y físicamente a una persona; pero si tiene fe en Dios se recuperará gracias a la oración que le ayuda a limpiar de su mente la suciedad, los efectos del espíritu que la había poseído. Nosotros, al mismo tiempo, llevamos un control sobre esa persona para evitar que vuelva a ser poseída por ningún otro ser hasta que se recupere del todo y se refuerce su resistencia mental y espiritual, ya que el sufrimiento la ha hecho vulnerable y sensible a los seres sin luz.

Una parte muy limitada de las personas poseídas no llega a recuperarse, porque se trata de personas que no tienen fe en Dios ni en sí mismas, actitud con la que favorecen la posesión y apoyan a los seres que entran en ellas. De este modo, uno mismo se convierte en su propia víctima.

 

 

CAPITULO 4º

 

En este apartado quisiera hablarles de los fenómenos paranormales, como la Clarividencia, Telequinesia, la Telepatía, las premoniciones, la Mediumnidad, la Videncia Espiritual; esto es, de la intuición o la captación de la vida espiritual en la tierra a través de los fenómenos extraños.

 

CLARIAUDIENCIA: La tiene la persona que posee la facultad, por la gracia de Dios, de oír psíquicamente los sonidos del Más Allá.

 

CLARIVIDENCIA: Es una facultad que pocas personas poseen realmente y que les permite ver qué pasará en el futuro, es decir, conocer la vida material venidera.

En mi opinión y sin pretensión de minusvalorar sus capacidades, ante las dudas y problemas con que se pueden encontrar, deben pedir ayuda a Dios, quien siempre nos guiará, con su mano benigna y protectora, hacia nuestro destino.

 

TELEQUINESIA: Es la capacidad de mover objetos, no muy grandes o pesados, con la única ayuda del poder mental. Poca gente es capaz de ello por sus propios medios; hay quienes creen poseer esta facultad y, sin embargo, es el ser que les posee quien realiza los movimientos.

No hay que confundir la Telequinesia con los fenómenos Poltergueist –de los que ya les he hablado en páginas anteriores- que se deben única y exclusivamente a la acción de espíritus.

 

TELEPATÍA: Es la transmisión de pensamientos o proyecciones mentales entre los seres vivientes, aunque los espíritus también pueden proyectárselos a cualquier persona. ¿ Nunca han tenido pesadillas de las cuales son protagonistas sin desearlo? Pues bien, la mayoría de ellas pueden ser provocadas por los espíritus, especialmente cuando aparecen imágenes que nos aterrorizan y se repiten durante años.

También el individuo que va acompañado de un ser puede tener este sentido más agudizado, ya que el poseedor lo hace más receptivo. Aún así, hay que aclarar que no todas las personas que tienen Telepatía están poseídas sino que se trata de una facultad mental más desarrollada.

 

PREMONICIONES: Hay personas que se anticipan a lo que sucede, pues poseen una enorme intuición que les hace saber cosas que una persona normal quizá ignora.

Al subconsciente de estas personas llegan informaciones que, sin saberlo, transmiten como flashes a la conciencia; esto hace que dé importancia a detalles que los demás pasan por alto. Para esta persona dichos detalles, gracias a los avisos que recibe y a su intuición, son indicios de que algo ha de suceder.

En ocasiones tenemos los llamados sueños premonitorios, cuando lo que hemos soñado se realiza en la vida material. Son los espíritus los que nos mandan la información, pues en el mundo espiritual no hay pasado; presente ni futuro; algunos pueden captar algo que reconocen como futuro y transmitírselo a la persona, a su subconsciente, bien en sueños, bien cuando está despierta.

 

MEDIUMNIDAD: Cualquier individuo sensible puede llegar a ser Médium en un momento determinado, pero la Mediumnidad en sí consiste en la capacidad de salir del propio cuerpo y permitir a un espíritu que lo utilice para comunicarse con nosotros a través de él. Si la persona no controla bien sus propias fuerzas, esto puede ocurrirle inconscientemente, sin su consentimiento, pues cualquier espíritu un poco fuerte puede echar o desplazar a un ser vivo de su cuerpo y utilizarlo a su conveniencia y placer. Luego, el médium no recordará nada de lo sucedido.

Por ello, los que poseen esta facultad deben protegerse mediante la fe y la oración, para evitar convertirse en víctimas de su propio don y de los espíritus.

 

VIDENCIA ESPIRITUAL: Hay muy pocas personas que posean este don de Dios, que consiste en poder ver la vida espiritual que hay en la tierra.

Por la sutileza que los caracteriza, estos seres inmateriales no son perceptibles para nuestra videncia material, para los ojos corporales.

Los videntes espirituales deben mantenerse alerta, ya que los seres pueden tratar de infundirles miedo presentándoseles de diversas formas (como he mencionado en el capítulo 2) para poder dominarles.

Un vidente espiritual puede averiguar si él mismo está o no acompañado de un ser, poniéndose frente al espejo y rezando esta oración:

 

SEÑOR Y PADRE MÍO, TE PIDO EN EL NOMBRE DE NUESTRO HERMANO, TU HIJO, JESUCRISTO Y POR EL PODER DE TU SANTO ESPÍRITU, QUE TU LUZ PURÍSIMA ESTÉ EN MI Y QUE PUEDA VER SI VOY ACOMPAÑADA DE UN ESPÍRITU O ALMA EN PENA Y QUE PUEDA VERLA TAL COMO ERA CUANDO VIVÍA EN LA TIERRA. QUE ASÍ ME SEA CONCEDIDO SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

En el espejo dejará de reflejarse la cara del vidente para aparecer la del ser poseedor.

También hay personas que, sin ser videntes, pueden llegar a ver luces o figuras espectrales; como estos seres absorben nuestra energía pueden así adquirir un aspecto material y hacerse visibles. Si en alguna ocasión se le presenta algún ser con la forma de Jesucristo, de la Virgen... deben hacer una oración a Dios de este modo:

 

SEÑOR, TE PIDO EN EL NOMBRE DE TU HIJO JESUCRISTO Y POR EL PODER DE TU SANTO ESPÍRITU QUE ROMPAS ESTA PROYECCIÓN MENTAL QUE TENGO FRENTE A MÍ Y QUE PUEDA VER QUIÉN ES Y LA FORMA QUE TENÍA CUANDO VIVÍA EN LA TIERRA. QUE ASÍ ME SEA CONCEDIDO SI ES TU SANTA VOLUNTAD.

 

Seguidamente verá cómo la proyección mental que había visto se convierte en la figura de un hombre o mujer; este ser, presentándose con un aspecto digno de reverencia, pretendía asustarnos o bien hacernos creer que realmente era un ser elevado, para utilizarnos y llevar s a cabo sus fines.

Igualmente puede ocurrir que un grupo de personas vea seres divinos o angelicales. Estos seres no siempre son malignos; a menudo se trata de espíritus que, con tal exhibición, buscan acaparar la atención de las masas y dejar constancia de la existencia de Dios, cuando en carecieron de fe en Él. Por esta falta suya quedaron atrapados en la tierra. A menudo se informa en los medios de comunicación sobre este tipo de apariciones; si analizamos un poco este fenómeno, puede que quienes presencian dichos <<milagros>> o los siguen fervientemente queden un poco decepcionados.

 

NI DIOS, NI JESUCRISTO, NI LA VIRGEN NECESITAN BAJAR A LA TIERRA PARA DAR PRUEBAS DE SU EXISTENCIA; sólo hay un camino para hallar a Dios, y está en nuestro interior, en nosotros mismos. Pues la fe es precisamente creer en alguien a quien no vemos, a quien no podemos tocar pero, cuando le necesitamos de verdad le pedimos ayuda. Él acude en nuestro auxilio sin nada pedir a cambio. Dios sólo quiere nuestra fe y amor de nuestros corazones, pues ÉL NOS AMA Y ÉL ES AMOR. ¿Qué... sentido tendría que solo algunos pudieran disfrutar de Su visita, si ante Dios todos somos iguales?

 

Pasemos revista a uno de estos casos relacionados con apariciones del que hube de ocuparme:

Acudió a mi consulta una señora que aseguraba tener consigo, en su propia casa, ni más ni menos que a Jesucristo, quien había venido a ella para guiarla por el camino de la Verdad. Para ello, la desventurada debía hacer muchos sacrificios, tales como separarse de su marido, dejar a sus hijos abandonados e ir por las calles a predicar la palabra de Dios; debía renunciar a las relaciones afectivas con familiares y amigos, porque, según aquel ser, ello perturbaba la gran labor que debía efectuar. En sus manos y en su frente aparecían a veces estigmas de Jesús Crucificado, asimismo entraba en trance y decía ver al Hijo de Dios, tras lo que caía al suelo, desvanecida –según creía ella, debido a la gran fuerza de este ser tan elevado.

La pobre señora no vino a nosotros a pedir ayuda, sino para darnos la buena nueva, la noticia de que era una elegida del Señor. Cuando la miramos, percibimos a un ser que en vida había sido un sacerdote falto de fe: por este motivo estaba atrapado en la tierra y, para liberarse, quería dar muestras de creencia en Dios. Como resultado, la pobre mujer andaba de un lado a otro, enfervorizada y con una gran confusión mental. Para ayudarla a aclarar sus pensamientos decidí hablar con el posesor: cogiendo las manos de ella entre las mías, imploré a Dios y le pedí por el alma de aquel desdichado pecador que, a través de otra persona, quería hacer creer en milagros.

 

SEÑOR, ESTAMOS AQUÍ REUNIDOS EN TU SANTO NOMBRE Y EN EL NOMBRE DE TU HIJO JESUCRISTO, Y TE PEDIMOS QUE ESTÉN PRESENTES TUS ÁNGELES DE LUZ Y TU ESPÍRITU SANTO. AYÚDANOS A HACER ESTE ACTO DE AMOR HACIA ESTA PERSONA TAMBIÉN POR ESTE SER QUE VA ACOMPAÑÁNDOLA PARA QUE PERDONES SUS PECADOS Y LE DES LA PAZ ETERNA. Y A TI TE DIGO, HERMANO, TÚ QUE ESTÁS EN EL INTERIOR DE ESTA PERSONA: YO NO QUIERO HABLAR CON AQUELLA CUYAS MANOS TENGO ENTRE LAS MÍAS, YO SÓLO QUIERO HABLAR CONTIGO. Y TE DIGO, CONTÉSTAME, ¿SABES SI MORISTE PARA ESTE MUNDO, DEJANDO TU CUERPO MATERIAL SOBRE LA TIERRA? CONTÉSTAME: ¿SÍ O NO?

 

La mujer contestó: <<No sé... No sé...>>, llena de la confusión que el ser de tinieblas le transmitía. ¿Es que su poseedor se negaba a comunicarse conmigo?

 

Volví a interrogar a aquel espíritu, pero esta vez instigándole más para que hablara.

 

- Hermano, yo sé que tú estás en el interior de esta persona y que quizás quedaste en la tierra atrapado debido a las faltas que cometiste, pero estoy segura de que Dios, en su infinita misericordia, te perdonará siempre y cuando tú te arrepientas. No mantengas este acto de cobardía y contéstame: tú ¿habías predicado la palabra del Señor? ¡Contéstame!

 

De la boca de la señora salió una fuerte voz que decía:

 

-SÍ. ASÍ FUE.

 

-SÉ QUE NO ERES MALO y que con tu actitud pretendes que tus hermanos tengan la fe que tú carecías, pues ahora te has dado cuenta de que esa era la verdad, de que DIOS ES LA LUZ y tú te encuentras en tinieblas. ¿No es cierto?

 

·         Sí: es como si el fulgor del sol viniera a alumbrar mis tinieblas.

 

-¿Quieres que oremos al Señor para que perdone tus pecados y conceda a tu alma la salvación?

 

·         ¡Sí! ¡Sí que quiero! Siempre he tenido fe en Dios aunque a veces sintiera dudas.

 

Aquel ser, hicimos oración, tras lo que yo lo entregué a los seres de luz santificados. Él se fue feliz, dándonos las gracias por la ayuda que le habíamos prestado.

 

Poco tiempo después, aquella señora nos explicó, muy contenta, que su vida era mucho mejor, y que la angustia que sentía había desaparecido; también habían mejorado las relaciones con su familia y amigos.

Este suceso es un ejemplo de la falsedad de las visiones con apariencia divina o virginal. Dios nos ama y no quiere que suframos; fue Jesucristo quien vino por voluntad propia a sufrir para el perdón de nuestros pecados.

A lo largo de la historia ha habido muchos mártires, muchas personas que han sufrido por amar a Dios y tener fe en Él, pero estos sufrimientos se los ha causado su propio hermano. Somos nosotros mismos quienes nos hacemos daño unos a otros. Por eso Dios nos mandó amar al prójimo como a uno mismo, y por eso Jesús nos dejó un único mandamiento:

 

<<Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros>>

(Juan, 13, 34)

 

 

VIDENCIA DE SERES DE LUZ O ÁNGELES

 

Muy pocos videntes espirituales pueden llegar a verlos, ya que son mucho más sutiles que los espíritus que vagan por la tierra.

Son seres altos y luminosos, tanto o más que la luz del sol: no hay facción alguna en sus rostros ovalados, salvo unos rasgados ojos. Los recubre una túnica o luz blanca. NOS PODEMOS CONSIDERAR AFORTUNADOS porque, aunque pocas veces se dejan ver, ambas hemos tenido ese inmenso gozo. Por la labor que desempeñamos, los vemos CASI A DIARIO, cuando trabajamos en conjunto en la ayuda espiritual aquí en el CENTRO ÀNGELS.

Más adelante les hablaré de una noche en que experimenté la visión de seres angélicos. Ahora quiero mejor dirigirme a las personas que posean cualquiera de las dotes de que les he hablado, para que sepan cómo pueden conducirse, qué deben potenciar y qué deben evitar.

 

CONSEJOS PARA LAS PERSONAS QUE POSEEN FACULTADES PARANORMALES

Si alguno de ustedes tiene la facultad de percibir o ver a estos seres (videncia espiritual) o son tan sensibles que notan su tacto (mediumnidad) no desesperen, ni crean que sus facultades mentales han mermado o se han alterado. Deben saber que poseen un << sexto sentido >> desarrollado por la gracia de Dios, merced al cual experimentarán ciertas sensaciones a las que otras personas nunca podrán acceder. No es una cualidad negativa, sino al contrario, pues, si saben utilizarla, pueden ayudar a los demás. Sobre todo es crucial el uso que les den: si se quieren servir de ello en su favor puede resultar un arma de doble filo: es posible que uno llegue a ser víctima de sus propias dotes.

Quisiera que tuvieran en su consideración otros consejos:

1.      No se acobarde por lo que pueda ver u oír; el miedo es la única arma de que los seres espirituales disponen en nuestra contra.

2.      Tenga fe en Dios: a Él se debe pedir ayuda cuando notemos alguna sensación de las antes descritas. Hay que pedirla haciendo oración en su nombre, en el de su Hijo Jesucristo, y por el poder de su Santo Espíritu.

3.      No desespere nunca, por duras que sean las pruebas a que le someten los seres espirituales, que con ellas pretenden utilizar sus facultades en beneficio propio.

4.      Aquellas personas que tienen audición para el mundo espiritual, ¿cómo deben defenderse de los seres y sus voces, que oyen mentalmente? En principio, han de saber que no se trata de ninguna enfermedad, sino de una facultad que pocas personas poseen. Cuando oigan voces, no deben desesperarse, sino responder a ellas con esta oración:

EN EL NOMBRE DE DIOS TODO PODEROSO, EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO SU HIJO Y POR EL PODER DE SU SANTO ESPÍRITU, ALÉJATE DE MÍ. SEÑOR, DIOS MÍO, DAME SERENIDAD Y HAZ QUE DEJE DE OIR A ESTOS SERES QUE ME CAUSAN MALESTAR CON SUS MALAS Y OFENSIVAS PALABRAS.

Esta facultad puede aprovecharse para tratar de comunicarse con Dios y así hacerle preguntas que ayuden a resolver situaciones confusas y difíciles en beneficio de los demás y en el propio.

5.      Si en alguna ocasión una persona que tiene desarrollada la facultad de la mediumnidad nota que un ser entra dentro de ella o que acecha a su alrededor debe tratar de no desesperar ni asustarse; al contrario, intente mantener la seguridad en sí mismo y con ello el control de la situación. Invoque el nombre de Dios, de Jesucristo y el Espíritu Santo, para rechazar la posesión o apartarla de sí; recuerde que son necesarias la fe en Dios y la confianza en uno mismo. Nunca deje que nadie utilice su cuerpo para entablar relación con ser alguno, ya que, de no controlar la situación, ésta podría resultar muy peligrosa para sus vidas.

CONTINUARA........................

Los libros se pueden conseguir en cualquier, librería acreditada y Tiendas esotéricas, como también en El Corte Ingles.